- Donnarumma y un mal juego por parte de Marko Gobeljić permitieron el pase de los dirigidos por Stefano Pioli.
Los italianos tardaron solo ocho minutos en abrir el marcador gracias a una mano en área de Marko Gobeljić la cual, después de ser revisada por el VAR, fue sancionada como penalti, mismo que Franck Kessié convirtió para adelantar a los suyos.
A partir de esa anotación, el Estrella Roja logró reaccionar de buena forma y Ben Nabohuane fue el encargado de protagonizar ese repunte. A los 18 minutos había empatado el partido en un remate de tiro de esquina, pero el VAR se encargó de anular el gol por una mano ofensiva por parte de Radovan Pankov.
Cuatro minutos después, el futbolista comorense-francés reventó el travesaño en un cobro de tiro libre en la frontera del área y, finalmente, la recompensa para Nabohuane cayó a los 24, cuando con un zurdazo cruzado desde la izquierda del área milanesa venció a Gianluigi Donnarumma para poner los cartones 1-1.
Para la segunda mitad, Stefano Pioli dio ingreso a Zlatan Ibrahimović y Ante Rebić. Al 52, fueron precisamente estos dos quienes conectaron en el área, Ibra remató una pelota por derecha de Hakan Çalhanoğlu y cuando la pelota le cayó al croata, este remató de forma desviada.
El conjunto serbio tuvo la oportunidad de anotar el gol que le diera el pase a los 67. Después de un tiro libre que fue recentrado, Sekou Sanogo intentó un remate acrobático en el área chica que Donnarumma rechazó prácticamente sobre la línea y, ya con el arco abierto, Marko Gobeljić voló el contra remate. Gobeljić cerraría una noche para el olvido tres minutos más tarde luego de salir expulsado por doble amarilla.
A pesar de la insistencia del Estrella Roja, el partido terminó con el 1-1 final y un global de 3-3 que clasifica al Milán a los octavos de final de la Europa League gracias a los goles de visita anotados en la ida disputada en Serbia.
CRÓNICA: OSCAR IBARRA