- El legendario quarterback cumple 62 años.
Joe Montana es innegablemente uno de los mejores jugadores de futbol americano de la historia. Eterno en la discusión si es el mejor de la historia. A sus 62 años sigue siendo un referente de mentalidad ganadora y talento. Su legado, junto a otros históricos de la NFL es tan grande como la liga misma. Junto a Bill Walsh, Jerry Rice, entre otros construyeron una dinastía dominadora e invicta.
Todo comenzó en la universidad de Notre Dame en 1974. Desde que ingresó por primera vez al campo con el equipo en su segundo año (los novatos no jugaban en su primer año) mostró de lo que era capaz. Contra Carolina del Norte entró faltando 5 minutos, perdiendo 14-6, lanzó 129 para yardas y consumó la remontada para ganar 21-14. En 1976 no jugó por una lesión. En 1977 volvió a tener una remontada, esta vez contra Purdue, perdiendo 24-14 y con 11 minutos lanzó para 154 yardas y una anotación para ganar 31-24. En 1978 ganó el Cotton Bowl sufriendo de hipotermia, lanzando 3 anotaciones.
Su carrera colegial no pasó desapercibida y llamó la atención en la NFL. Se fue hasta la tercera ronda, pero fue apenas el cuarto pasador en ser elegido. Ya con San Francisco, en 1982 vivió su primer gran momento, mejor conocido como “The Catch”, en el juego de campeonato de la Conferencia Nacional, contra Dallas Cowboys. Con una remontada más en su carrera, lanzó un envió a Dwight Clark para anotación, que significó, ya con el punto extra, la victoria 28-27 y el pase al Super Bowl XVI contra Cinncinati.
A los Bengals los venció 26-21 y fue el MVP. Ese triunfo fue el inicio de la dinastía que creo junto a Bill Walsh. El head coach diseño una ofensiva que se basaba en pases cortos, para explotar las mejores cualidades de Montana. Después se le conocería como “La Ofensiva de la Costa Oeste”. Siguieron victorias en Super Bowl contra Miami (XIX), Cinncinati (XXIII) y Denver (XXIV), solo contra los Bengals (la segunda vez) falló en ser el MVP del partido, sumando 3 veces ese honor, convirtiéndose el primero en la historia en hacerlo.
En 1993 fue cambiado a Kansas City para darle la batuta de los 49’s a Steve Young. En dos temporadas los llevó a postemporada y ganar su división por primera vez en 22 años. Con Montana los Chiefs soñaron con otro Super Bowl, aunque no lograron llegar. Estas fueron sus campañas finales en la NFL. Su legado es de un jugador con 29 remontadas en el cuarto cuarto, invicto en Super Bowls (con 4 ganados) y un hambre de triunfo incomparable