- Tras doce
encuentros en cuartos de final sin marcar, Messi consiguió un doblete en la victoria ante Manchester.
La vuelta de cuartos de final en Champions League llegó a instalarse en el Camp Nou, para albergar el enfrentamiento entre Barcelona y Manchester United tras el choque de ida en Old Trafford.
En medio del ambiente característico por la afición blaugrana, se recibió a ambos equipos en el césped; los locales con la equipación habitual se colocaron al otro lado del conjunto inglés, y en cuestión de segundos rodó el balón. La primera fue para los Red Devils, reflejo de la táctica manejada por Solskjaer.
Un arranque de mayor impacto para el United, acompañado de precisión en la circulación del esférico, despertó dudas en los catalanes, que no tardaron en resolver.
Posterior a la anulación de un penal que favorecía al Barça, y de la mano con una clara de Rashford que sacó Ter Stegen al 13′, se presenció el primer de muchos tantos en el partido.
Un robo del balón en la salida, tiro a la diagonal para sacar su típico izquierdazo ajustado al palo largo; Lionel Messi apareció al minuto 15, y llegó para quedarse.
No pasaron ni cinco minutos del regocijo general vivido en el estadio, para que el astro argentino decidiera obsequiar otra anotación: aprovechado del error garrafal cometido por de Gea, el chut de Messi pasó por debajo del portero español, y convirtió el marcador 2-0 cuando corría el minuto 19.
Ambos goles fueron suficientes para que el rendimiento imparable de los ingleses decayera. Faltos de reacción, los del United se encaminaron al medio tiempo.
Sin cambio alguno, regresaron ambos equipos al terreno de juego, y bastó el silbatazo para que el dominio culé terminara de invadir el encuentro; Prueba de ello fue la tercer anotación del Barça, al 61′.
Un Coutinho retador pegó un remate derecho directo a la escuadra, acción que terminó por sellar el pase a semifinales, con un global final 4-0.