- El ecuatoriano afirmó que el médico de América se negó a operarlo de la rodilla.
En segunda división, en defensa de los colores del equipo Clan Juvenil en Ecuador y cercano al retiro, esa es la situación actual de Narciso Mina, jugador que hace seis años formó parte de las Águilas del América.
El último recuerdo que la afición “azulcrema” mantuvo de su ex delantero, fue aquella final perdida ante León, en 2013. Considerado una de las razones principales por las que América dejó ir el título, Mina abandonó al club para llegar hasta las canchas del Atlante, sin embargo, no volvió a contar con las mismas habilidades que le caracterizaban.
La explicación, tanto de cada error cometido en plena final, como de su bajo rendimiento, salió a la luz hasta la más reciente entrevista que concedió el jugador.
Las confesiones iniciaron a partir de un tema del que no muchos tenían conocimiento: Durante su estancia con América, uno de los médicos se negó a operarle, en su defecto, tapó el incidente con un tratamiento de inyecciones que afectó su desempeño.
“Me cortaste un poco la carrera”, expresó Narciso, referente al efecto que tuvo la acción del médico. De esta manera, las infiltraciones se efectuaron y de acuerdo con el delantero, ni Miguel Herrera o algunos de sus compañeros estuvieron enterados.
Al contextualizar, Mina rememoró lo sucedido en la final del Apertura 2013: “Antes del enfrentamiento, llevaba alrededor de diez partidos sin jugar, aparte de las molestias que comenzaron a ser evidentes y perdí espacio tras espacio”, añadió.
El ecuatoriano confirma sentir resentimiento con este personal del cuerpo técnico del equipo, pero también consigo, por haber callado y rehusarse a las propuestas lejanas de una intervención médica.