Una polémica acaba de estallar en el interior de LaLiga.
Tremendo el problema en el que LaLiga acaba de meterse, pues corría el minuto 70′ del Valencia vs Real Madrid y un aficionado insultó a Vinicius Jr. desde la tribuna de la barra local.
Al instante, la policía arribó al campo y fueron todos los jugadores a decirle al árbitro De Burgos Bengoetxea lo ocurrido en la cancha.
“Ese, ese” fueron las palabras del brasileño al 70′ de juego. El sudamericano escuchó insultos racistas y señaló al culpable luego de ser expulsado. Esto se lo hizo saber a De Burgos y más tarde, Rubén Baraja y al delegado del campo para que desde el megáfono del estadio emitieran un mensaje en contra de los insultos racistas.
El Mestalla jugó con fuego. El árbitro aplicó la norma de tres pasos y el partido corrió peligro de suspenderse.
Según el código disciplinario de la FIFA, que cambió recientemente, el central puede llegar a suspender un partido por insultos racistas e incluso dar por perdido el partido al club infractor.
De Burgos necesitó del delegado de campo y de la megafonía para parar los insultos y el lanzamiento de objetos a la cancha.
Más adelante, el propio Vinicius señaló al culpable de la tribuna valenciana, lo que obligó a repetir el mismo protocolo y tranquilizar al brasileño diciéndole: “confía en mi a la próxima nos vamos”.
“Salvo en circunstancias excepcionales, si el árbitro decreta la suspensión definitiva del partido por conducta racista y/o discriminatoria, se declarará la derrota por renuncia o retirada”, señala la norma de la FIFA.