Se definió el primer partido de cuartos de final.
Con goles de Holeš y Patrick Schick, el cuadro de República Checa consiguió su pase para colocarse como uno de los mejores ocho equipos de la Eurocopa. Países Bajos por su parte, consolidó una de las mayores decepciones del torneo continental al perder 2-0.
Lo que parecía ser un duelo en el papel claramente inclinado para el combinado neerlandés se convirtió en uno de mucha tensión e igualdad en el terreno de juego del Puskas Aréna de Budapest. Durante la primera mitad las llegadas claras al arco fueron muy escasas, pues el juego trabado en medio campo fue un elemento predominante.
Tuvieron que pasar 38 minutos para que las acciones de peligro se hicieran presentes. República Checa tocó primero la puerta en una buena conducción de Lukáš Masopust que concluyó con un pase filtrado a Antonín Barák. El delantero del Verona trató de sacar un zurdazo cruzado pero Matthijs de Ligt llegó a tiempo para bloquear el disparo.
La respuesta naranja vino un minuto después en una escapada por la banda derecha por parte de Denzel Dumfries. El mediocampista del PSV ingresó al área después de eludir un par de barridas rivales y sacó un tiro centro bien bloqueado por Tomáš Vaclík.
El segundo tiempo brindó muchas más emociones desde su arranque. A los 51, Memphis Depay habilitó de tacón a Donyell Malen quien se enfiló mano a mano contra Vaclík en la que fue la aproximación más peligrosa del encuentro hasta ese momento. El delantero del PSV trató de eludir al arquero del Sevilla, pero éste no se venció y logró quedarse con el esférico.
La debacle de los Países Bajos comenzó apenas un minuto después de esta falla. En un pelotazo largo, Matthijs de Ligt resbaló y para evitar que Patrik Schick se escapara solo ante la portería y tras la revisión del VAR, el defensa central de la Juventus vio la tarjeta roja.
Los checos aprovecharon la inestabilidad neerlandesa para ponerse por arriba en el marcador a los 68. En un tiro libre cobrado en banda derecha por Antonín Barák, Tomáš Kalas recentró la pelota en el segundo poste para dejar con el marco abierto a Tomáš Holeš. Con un cabezazo certero, el delantero del Slavia Praga mandó el balón a las redes y puso el 0-1 en el cotejo.
La “Naranja Mecánica” comenzó a dejar espacios en defensa para ir en búsqueda del empate y estos no fueron mal utilizados por la selección checa. Sobre los 80, Holeš se agregó al área por el sector izquierdo y tras una pausa, asistió a Patrick Schick que con gran calma definió de zurda al primer palo para escribir el 0-2 en el contador.
Países Bajos padeció su falta de imaginación al frente y con el silbatazo final, República Checa dio la primera gran sorpresa de la Euro 2020 al conseguir su boleto a cuartos de final en donde enfrentarán a Dinamarca en el Estadio Olímpico de Bakú.
CRÓNICA: OSCAR IBARRA.