El proceso rumbo a un nuevo Mundial Femenino comenzó para Mónica Vergara.
Se sabe muy bien que todo proyecto que se inicia lleva un proceso y en el mundo deportivo sucede de la misma forma, un claro ejemplo es el fútbol femenil en México que desde que inició la Liga Mx Femenil hace 4 años, el crecimiento ha sido muy grande y se refleja en cada una de las instituciones pero hoy en día se hace notable en Selección Mexicana Femenil.
La llegada de Mónica Vergara al mando al tricolor mayor dio mucho de qué hablar ya que ha generado una revolución en el balompié femenino, la mediocampista que creció jugando con hombres en donde existían muchos “tabúes” sobre la práctica de este deporte, defendió los colores tricolores con gran orgullo como jugadora y como entrenadora logrando que se volteara a ver al fútbol femenil en el Mundial de Uruguay 2018 cuando dirigía a la sub-17 disputando la final ante la Selección de España que lamentablemente perdió .
El trabajo ahora estando en el banquillo principal es un reto aún mayor, ya que su trabajo se refleja en el equipo que va formando, en este caso es una mujer que represento y que luchó porque más mujeres tuvieran la oportunidad de jugar este deporte, en donde se genera ese compromiso y esas ganas de seguir creciendo y de seguir haciendo historia.
Muchos entrenadores como estrategas en comunicación en el medio deportivo han mencionado la importancia de la motivación que generan los directores técnicos a sus jugadores en su etapa como jugador, el saber la trayectoria y tener a un gran referente en el banquillo hace en el interior del equipo una comunicación asertiva y que la relación entre jugador – entrenador sea mejor dentro y fuera de la cancha. Claro que en algunas ocasiones por las diferentes personalidad no funciona del todo pero se ha comprobado resultados positivos en reconocidos clubes, y en esta situación genera esa confianza para esta nueva generación de futbolistas mexicanas.
Aunque el proceso apenas ha iniciado se puede decir que existe un antes y un después en el fútbol femenino ahora con Mónica Vergara, un claro ejemplo fue el regresar después de 14 años al Estadio Azteca, el tener un gira en Europa y medirse ante el fútbol de la selección de España, las convocatorias no han sido las mismas en donde se ve la competencia que existe en los clubes pero no solo en México sino también en las jugadores que militan en Europa y que luchan por tener un lugar en esta selección, su filosofía y metodología poco a poco se va reflejando en el terreno de juego y es que el mayor reto de los entrenadores que se encuentran en las selecciones es hacer un estilo propio.
Solo las grandes potencias del fútbol tienen un estilo definido, y por qué no atreverse a decir que esta selección femenil tendrá un estilo propio y característico antes que la selección varonil que al paso de los años y de los entrenadores que han estado siguen buscando un estilo característico; pero al ser un proyecto nuevo, con jugadoras con ganas de hacer y de crecer se puede lograr, aunque todavía no llegan las pruebas, las competencias “importantes” que todo entrenador tiene que pasar, es una etapa que promete mucho y que la miradas estarán siempre en Mónica y las mexicanas que representan este fútbol que hace un antes y un después.
COLUMNA: SILVANA ALCAZAR