- En el último Monday Night Football del año, Green Bay venció a domicilio a Minnesota y se mantiene la maldición de no ganar para Kirk Cousins en partidos de lunes por la noche.
Una rivalidad del Norte de la Conferencia Nacional fue como se dio cierre a los tradicionales Monday Night Football en 2019. De forma aplastante, los Packers vencieron (23-10) a Vikings, resultado que definió la división en favor del equipo de Matt LaFleur y quedar con el destino casi definido para la última semana.
La noche fue muy complicada en uno inicio para los Green Bay Packers con dos entregas de balón que le abrieron las puertas a Minnesota Vikings de abrir el marcador. Gol de campo de Dan Bailey y pase de anotación de Kirk Cousins con Steffon Diggs para 21 yardas, le dio ventaja de siete unidades para el segundo cuarto.
Pero está ventaja era muy engañosa, porque los Vikings no eran capaces de completar 1&10 y las yardas que acumularon en la primera mitad no superaron las 100. Sin embargo, los Packers sólo pudieron reducir al mínimo la desventaja. Al descanso, se fueron perdiendo (9-10), gracias a los tres Field Goals que conectó Mason Crosby.
La jugada que le dio la vuelta al partido fue una intercepción que King le realizó a Cousins y dejó en buena posición de terreno a Green Bay. Entró Aaron Rodgers a los controles y pudo concretar la primera gran serie ofensiva, que concluyó con touchdown de Aaron Jones en acarreo de 15 yardas.
En el último cuarto, montó su show final Aaron Jones y asegurar el triunfo para los ‘Cabezas de Queso’. Jones se escapó 56 yardas para llegar a las diagonales y anotar su segunda anotación del partido. Con esto, Green Bay aseguró la victoria y además, la división.
El triunfo devuelve a los Packers después de dos años a la postemporada. Y en la última semana buscarán serie de combinaciones para poder llegar a ser el primer o segundo sembrado de la NFC. El destino de Minnesota con la derrota ya no cambió, aseguró su pase a postemporada desde el sábado y jugará playoffs como el segundo comodín.