El austriaco fue un ejemplo de superación.
A los 70 años de edad, el 21 de abril de 2019 por la madrugada, Niki Lauda falleció. Uno de los más grandes íconos que tiene el automovilismo se fue, pero dejó un enorme legado. Tricampeón Mundial, virtuoso al volante, ingeniero minucioso, pero sobretodo un ejemplo a seguir. Su hambre de triunfo siempre será lo que más se le recuerde. No era ganar por ganar, era la mejora constante y tratar de ser el mejor siempre.
Lauda fue uno de los principales impulsores de la seguridad en pista. Irónicamente, la falta de la misma le costó tener un grave accidente que le dejó varias quemaduras en el rostro y las manos. Una clara muestra de quien era el austriaco fue justo lo que sucedió post-accidente. En 1976, en el circuito de Nürburgring, Alemania, Niki chocó debido a las malas condiciones climáticas y su coche se incendió, seis semanas después, incluso tras haber recibido la extrema unción por parte de un sacerdote, estaba en la pista una vez más.
Las carreras más importantes de su carrera, fueron dos que no terminó y en las que volvió de manera milagrosa, todas en 1976. Alemania por el accidente. Japón porqué determinó que no volvería a arriesgar su vida por falta de seguridad, pareciera poca cosa, pero tuvo mucha influencia en la seguridad de la Fórmula 1 y en su propia carrera. La tercera fue en Italia, la que marcó su regreso la competencia, tras casi haber muerto. Fue esa decisión en tierras niponas la que hizo que su relación con Ferrari se lastimara lo suficiente como para solo durar un año más (terminó campeón) e irse. Pasaron siete años entre ese campeonato (1977) y su tercero, en 1984 ya con McLaren, su compañero fue otra leyenda, Alain Prost.
Su más grande rival sin duda fue James Hunt, en el año del accidente, el hecho de que Lauda volviera la volvió más intensa. El piloto inglés era casi en todo lo opuesto a Niki. Lo único que compartían era esa insaciable sed por ganar, James se arriesgó cuando el austriaco no lo hizo, incluso de manera irresponsable. Ambos terminaron siendo grandes amigos hasta la muerte de Hunt en 1993. Esta rivalidad inspiró la película “Rush”.
Tras su retiro, fue la mente maestra detrás de la contratación de Michael Schumacher y Ross Brawn (ingeniero) a Ferrari. Esa decisión redituó en cinco títulos. Desde el 2012 hasta su muerte fue accionista y asesor técnico de Mercedes, equipo que lleva cinco títulos seguidos (cuatro de Lewis Hamilton y uno de Nico Rosberg). Una eterna leyenda del deporte. ¡Adios Niki Lauda!