A falta de una jornada tanto el LOSC Lille como el Milan ya están clasificados para las eliminatorias.
El equipo italiano venció 4-2 al Celtic de Glasgow. Los dos equipos venían necesitados de una victoria, pues los “Rossoneri” llevaba dos partidos en la competencia internacional sin conocer la victoria, sumado a que necesitaba salir airoso para avanzar a la siguiente fase, mientras que los “Celts” necesitaban mínimo una un buen resultado de San Siro, pues solo tienen un punto en el grupo H.
Los locales no contaron con Zlatan Ibrahimovic, debido a que el sueco sigue lesionado.
El partido comenzó con un gol tempraneros al minuto 6´, ya que Tomas Rogic remató desde el centro del área con la pierna izquierda y logró vencer a Donnarumma para poner arriba rápidamente a los visitantes, pero tan solo 7 minutos después, Odsonne Eduard, puso el segundo gracias a un pase filtrado de Ryan Christie. El Celtic tenia el 2-0 momentáneo.
El encuentro parecía que lo controlarían los visitantes. Sin embargo, los italianos no bajaron los brazos y el ex Bayern Leverkusen, Hakan Calhanoglu, rompió las redes con un golazo de tiro libre directo que acercó al Milan en el tablero.
Tan solo 3 minutos bastaron para que los “Diavoli” empataran el encuentro con un gran centro por parte de Ante Rebic, que el español “Samu” Castillejo prendió de buena forma para que el portero Barkas no pudiera detener.
Las acciones se fueron al descanso con un partido empatado y muchas emociones en el primer tiempo.
Al regreso del descanso el joven Jans Petter Hauge puso su nombre en el marcador con un golazo que arranco desde la banda izquierda, controlo y fintó a los jugadores contrarios hasta llegar al área y quedar perfilado para cruzar el esférico y marcar su gol del cotejo.
Un partido de ida y vuelta, con volteretas por parte de los dos equipos vio su ocaso al minuto 81, pues, Brahim Díaz, remató con pierna derecha a quemarropa desde el lado izquierdo al centro de la portería. La asistencia fue de Hauge, el cual fue el jugador más destacable del encuentro.
CRÓNICA: MIGUEL TORRES