Los Seahawks perdieron el invicto.
En el partido del Sunday Night Football, los Cardinals dieron un excepcional encuentro en donde vencieron a los Seahawks 34-37. El partido se definió en tiempos extras, pues los dos equipos demostraron su valía y pelearon hasta los últimos segundos para definir al ganador.
Los pases de Russell Wilson fueron interceptados en tres ocasiones, además de que los de Seattle perdieron una ventaja de diez puntos y estar arriba en el tablero durante todo el encuentro, excepto a falta de 15 segundos de terminado el tiempo extra.
Los puntos cambiaron por primera vez gracias un excelente movimiento de Russel Wilson para visualizar a Tyler Lockett, el cual tomó perfectamente el ovoide que mandó el QB y puso a los Seahawks arriba.
Los “cards” no se querían quedar de brazos cruzados y Kyler Murray mandó un pase a DeAndre Hopkins que logró atrapar y entrar a zona de touchdown de manera milagrosa. No por nada el de la Universidad de Clemson es uno de los mejores WR de la liga.
En una de las mejores jugadas del partido, Budda Baker interceptó el balón a Wilson y se fue a toda velocidad para buscar marcar el TD, pero no contaba con el esfuerzo físico y la gran habilidad de D.K. Metcalf que detuvo la jugada.
El encuentro siguió siendo dominado por los Halcones Marinos, pero, Kyler Murray acercó los números del tablero con una jugada de engaño en donde salió corriendo hacia la línea de fondo y dejó en el suelo a dos contrincantes para llegar a la zona final.
Las aves lograron empatar el partido y Zaine González tenía que redimirse, pues el pateador ya había fallado el gol de campo del gane anteriormente, pero ahora lo hizo de manera correcta, aunque el estadio se silenció cuando el ovoide tocó el poste, aunque todo fue alegría cuando entró.
CRÓNICA: MIGUEL TORRES.