Rayados y su similitud con la Selección Nacional.
A lo largo de la historia del futbol la Copa del Mundo ha sido gobernada por unos pocos, los resquicios de la gloria fueron lentamente rotos por una España que vivió la mejor generación de su historia, pero aquellas murallas se volvieron a cerrar.
Brasil, Alemania, Italia, entre otros; son equipos que tienen generaciones con mucho talento cada proceso mundialista, pero eso no es casualidad. Lo determina la formación, la estructura y sobre todo una cuestión indescriptible que se trae de nacimiento.
Cuando no tienes todos los atributos antes mencionados, ni perteneces a una de estas zonas geográficas, solo tienes chance de levantar títulos por dos razones principalmente. Que coincida una cuestión de espacio-tiempo, es decir, que debuten jugadores con gran talento en años cercanos, tal cómo le pasó a Chile y Bélgica. O que logres conjuntar una selección con un grado de perfección brutal. Hay casos aislados pero Grecia por ejemplo lo logró, aquella selección ganó la Eurocopa del 2004 contra todo pronóstico. A nivel de clubes el último recuerdo fue el del Leicester City campeón de Premier League.
Justamente por eso México no ha podido trascender en los Mundiales. Nunca ha podido sostener una generación dorada de futbolistas, a pesar de que algunos locos piensen lo contrario. Y nunca ha mantenido una estabilidad en la dirección técnica, una idea futbolística y una base de jugadores. Ahora, si lo piensas más profundamente, en verdad ¿solo falta resolver estos factores?.
Tal vez es más complejo de lo que parece. Creo que lo de Monterrey en el Mundial de Clubes responde un poco al otro lado del problema de la selección. Hay que partir con que los Rayados no son un equipo en el que la bandera mexicana se ve representada, hablando específicamente de la plantilla. Aunque es justo un mal del futbol nacional tropiezos como el del “Mundialito”.
Desde el 2005, primera vez que se realizó esta competición, los resultados de los equipos mexicanos han sido bastante pobres. Tres Terceros lugares (Monterrey 2012,2019 y Pachuca 2017) y un subcampeonato (Tigres 2021).
Con esto último se pueden sacar muchas conclusiones. La primera es que la Liga MX no es tan poderosa como nosotros pensamos. Su sistema de competencia premia la mediocridad. Es una Liga que actualmente clasifican 12 de 18 equipos a la Liguilla, anteriormente eran 8 directamente y en algún momento eran 10 con el formato de repechaje original. Cómo esperas que tus clubes trasciendan, si nunca están expuestos a pruebas difíciles. En México además no hay descenso, te puedes tomar unas “chelas” todo el torneo y aprietas un poco las últimas cuatro fechas para clasificar. El torneo que te lleva al Mundial de Clubes es una vergüenza, hay muy bajo nivel y las escuadras de MLS llegan casi en pretemporada.
Entonces no hay competencia, no hay riesgo, no hay planeación para mandar jugadores a Europa. Con qué prepotencia alguien puede pensar que algún día mágicamente algún club va a dar las sorpresa en un torneo continental. A dónde se tendría que estar peleando en regresar es a la Copa Libertadores y la Sudamericana.
Y todo esto que pasa con los clubes de trasciende después a la selección, que vive en una dimensión de soberbia sobre el resto de la CONCACAF y al final del día ni la Copa Oro a veces pueden ganar. Hay que trabajar mucho en la educación del futbolista, no en diferenciar entre enfrentar a Honduras o Portugal, la intensidad y concentración debe de ser la misma, de conceptos tácticos podemos sentarnos a hablar todo el día, es tema para algún otro texto.
Mi propuesta se basa en la justicia, no más Liguilla y torneos largos. Buscar inversión en la segunda división y que hayan dos descensos, el último lugar por puntos y el penúltimo una promoción frente al 2º de la división de abajo. Busco la manera de regresar a competencias internacionales de calidad y reduzco a cuatro extranjeros por equipo. De otra manera se ve muy complicado el panorama. Esto es un proyecto que deberían de estar haciendo ahora en vistas de lo que viene en el futuro.