- Se terminó la maldición celeste con el noveno título de liga para Cruz Azul.
En un partido que vivirá por siempre en la memoria de la afición cruzazulina, la Máquina empató a uno ante Santos para coronarse como nuevo monarca del fútbol mexicano por primera vez desde 1997.
Las acciones en la cancha del Estadio Azteca comenzaron con una muy clara intención por parte de los Laguneros de ir por el gol que igualara la final. Los dirigidos por Guillermo Almada fueron al frente desde el minuto uno y lograron meter a la Máquina en su propio campo para obligarlos a defender el 1-0 a su favor obtenido en Torreón.
A los celestes les costó encontrarse en el campo ante el agresivo planteamiento santista, el mediocampo comandado por Luis Romo, Rafael Baca y Orbelín Pineda se vio completamente inoperante, por lo que las oportunidades al frente fueron contadas. La más importante de ellas vino en un remate picado de tiro de esquina que Juan Escobar realizó y que Carlos Acevedo rechazó de buena manera.
Corría el minuto 36 de partido, Diego Valdés tomó la pelota en los linderos del área, condujo ante la marca de hasta tres cruzazulinos y logró sacar un zurdazo potente que se clavó en el ángulo derecho de la portería defendida por Jesús Corona para empatar a uno el marcador global y darle justicia a un partido claramente dominado por los verdiblancos a lo largo de todo el primer lapso.
La segunda parte llegó, los cambios ordenados por Juan Reynoso vinieron para corregir el juego capitalino. Las entradas de Santiago Giménez y Yoshimar Yotún cambiaron de inmediato la cara local y, sobre los 50, el peruano peleó y ganó una pelota en el sector medio del campo para poner un trazo en profundidad que puso mano a mano a Jonathan Rodríguez con Carlos Acevedo. El uruguayo definió cruzado y con mucha tranquilidad sobre la salida del guardameta para poner el 1-1 en el encuentro (2-1 global) y devolver la ilusión al pueblo celeste.
La polémica del duelo vino cuando el VAR revisó la anotación por un posible fuera de lugar. Si bien “Cabecita” se mantuvo en todo momento en posición correcta, Guillermo Fernández si se encontraba adelantado. Sin embargo, el gol subió al tanteador pues la interpretación del árbitro central, Fernando Hernández, fue que “Pol” nunca intervino en la acción del empate.
Los Guerreros se vieron obligados a adelantar sus líneas en búsqueda del gol que los mantuviera en la lucha por el campeonato. El nerviosismo se hizo cada vez más notorio en ambas escuadras conforme más se acercaba el silbatazo final. El partido se rompió en el medio campo en los últimos 15 minutos, la presión ofensiva por parte de Santos empujó a la Máquina a defender en el último cuarto de terreno y a siete minutos del final “Cabecita” Rodríguez peinó un tiro libre en contra que pasó a centímetros de ser el tanto de la igualada.
Cruz Azul defendió con toda la fuerza, el empuje y la determinación que el escenario requería. Los Guerreros pelearon cada uno de los últimos minutos haciendo honor a su nombre. Cada pelota al área revivía los fantasmas de todos los años de espera que tuvieron que pasar para obtener un nuevo título liguero.
Y sí, el momento llegó. 23 años de sequía sin campeonato culminaron con el silbatazo final de Fernando Hernández en el Coloso de Santa Úrsula y Cruz Azul levantó su noveno trofeo de Liga MX para cerrar con justicia una historia de éxito que la Máquina construyó de principio a fin en este Guard1anes 2021.
CRÓNICA: OSCAR IBARRA