El Atlético también ganó.
En un duelo crucial para aspirar a ganar LaLiga, el Real Madrid fue a San Mamés a ganar 0-1 al Athletic de Bilbao, aunque tendrá que esperar a la próxima semana para ganarla o irse sin nada.
La tensión por definir quién va a ser el campeón de LaLiga se transportó hasta la cancha del Estadio San Mamés. Cuando apenas iniciaba el encuentro, los “merengues” se quedaron cerca de irse por debajo en el marcador en una pérdida de balón en su propia área que los rojiblancos no pudieron transformar en la primera anotación.
El cuadro bilbaíno presionó la salida de los blancos en los primeros veinte minutos del primer tiempo. Esto generó varias imprecisiones en las transiciones ofensivas madridistas, por lo que las llegadas claras al arco claras en los primeros cuarenta y cinco minutos fueron por demás escasas.
A pesar de esto, la polémica no faltó en el rectángulo verde. Cuando corría el minuto 27, Álvaro Odriozola ingresó al área y al mandar el centro, la pelota se estrelló en el codo de Jon Morcillo. Si bien la jugada se revisó en el VAR, no hubo penal en favor del Real Madrid.
La segunda parte brindó una versión completamente opuesta a lo que hasta ese momento se había visto en el cotejo. El Athletic de Bilbao tuvo su primera aproximación en un contragolpe que terminó con Morcillo rematando desde el sector izquierdo del área. Thibaut Courtois tuvo una buena reacción a dos manos para evitar la caída de su marco.
Los dirigidos por Zinedine Zidane apretaron el acelerador y tuvieron cerca el gol en un tiro de esquina que Casemiro reventó en el travesaño. La insistencia madridista tuvo finalmente su recompensa sobre los 68. Rodrygo recibió la pelota sobre el centro del área, cedió a su derecha para Casemiro y el brasileño mandó un tiro centro raso que Nacho Fernández se encontró para empujar a las redes poniendo así el 0-1.
Los “merengues” se enteraron que en el duelo entre Atlético de Madrid y Osasuna, estos últimos se pusieron por delante en el marcador, por lo que se dedicaron a manejar la pelota sin darle oportunidad alguna de empatar a los rojiblancos. La desesperación de los bilbaínos se manifestó con la expulsión de Raúl García a los 89.
Mateu Lahoz dio por finalizado el encuentro con la victoria blanca. No obstante, estos no pudieron celebrar el liderato momentáneo, pues en un lapso de seis minutos (entre el 82 y el 88), el Atlético de Madrid dio la vuelta a su partido, dejando así la definición del título de liga española para la última fecha del campeonato.
CRÓNICA: OSCAR IBARRA.