Los campeones tienen problemas.
El Manchester City se mantiene en la punta de Inglaterra tras su victoria en Anfield Road ante Liverpool por un 4-1.
El partido comenzó con un mayor dominio de balón por parte de los Citizens. Sin embargo, serían los Reds los cuales al minuto 24 tendrían la primera oportunidad del partido gracias a Sadio Mané, quien remató por encima del arco un centro preciso de Trent Alexander-Arnold.
A los 34 minutos y cuando mejor jugaban los dirigidos por Jürgen Klopp, Raheem Sterling escapó por la banda izquierda y al ingresar al área, fue derribado por Fabinho y el árbitro cobró penal. İlkay Gündoğan desaprovechó la oportunidad, pues su cobro se fue por encima del marco defendido por Alisson Becker.
La redención para el alemán caería en el segundo tiempo. Pues a los 49 minutos aprovechó un rebote en el área para empujar el balón a las redes y poner el 0-1.
Liverpool respondería rápidamente. Rúben Dias cometió un claro penal sobre Mohamed Salah y el propio egipcio se encargó de cobrarlo para empatar los cartones a los 63 minutos.
Diez minutos después, la noche de terror para Alisson Becker comenzaría. El brasileño despejó corto y el balón le caería a Phil Foden, quien tras un muy buen desborde le regalaría el gol a İlkay Gündoğan para poner el 1-2 parcial.
Becker nuevamente se equivocaría en la salida y le regaló la pelota a Bernardo Silva, quien con mucha calma asistió a Raheem Sterling para anotar el 1-3 en el partido.
El último clavo en el ataúd rojo lo pondría Foden. El inglés ingresó al área por banda derecha y tras enganchar hacia el centro, sacó un potente disparo que significaría el 1-4 final en el partido.
Con este resultado, el Manchester City se mantiene en la punta de la Premier League a cinco puntos de distancia de su rival citadino, Manchester United. Por otro lado, Liverpool se mantiene en puestos de Champions League, aunque a tan solo un punto de distancia de salir de esa zona, siendo el West Ham United su perseguidor más cercano.
CRÓNICA: OSCAR IBARRA.