El histórico bateador de los Braves y miembro del Hall of Fame marcó época en MLB.
Día triste en el béisbol de las Grandes Ligas, a primera hora de este viernes se confirmó el deceso de Hank Aaron, bateador que marcó un antes y después en MLB entre la década de los 60’s y 70’s. Siendo todo un ícono del béisbol.
Su debut en Grandes Ligas se dio en la temporada de 1954 con los Milwaukee Braves. Su impacto verdadero llegó para la temporada de 1957, donde ganó su primer y único premio de MVP. Año donde logró ser líder de cuadrangulares y carreras impulsadas en toda la liga.
El paso de Aaron por los Braves se extendió, a pesar que la franquicia se movió de Milwaukee a Atlanta. Fue en la temporada de 1973 y con 39 años de edad que conectó su Home Run 713 en contra de los Astros de Houston para convertirse en el líder histórico superando a Babe Ruth. Antes de esto, Hank pasó por diversas amenazas porque había movimientos en contra de gente de color y porque iba a rebasar el récord del ‘Bambino’.
Llegó el retiro para Hank Aaron en 1976 cuando después de haber marcado historia con la franquicia de Braves, fue a jugar sus últimos duelos con la franquicia de Milwaukee, ahora llamada Brewers. Dando cierre así, a una de las mejores carreras en la MLB.
Muy rápida fue la exaltación de Aaron al Salón de la Fama en Cooperstown. Fue votado por más del 97% de los votos disponibles y haciendo su entrada cumbre en el año de 1982. Fue en 1999 que su legado siguió creciendo al nombrarse el premio al mejor bateador ahora: Hank Aaron, primer premio que se ponía nombre a un ex pelotero aún vivo.
Así queda el legado de Aaron que será recordado a lo largo de la historia, por marcar un antes y después en la historia de este deporte. Siendo uno de los jugadores afroamericanos más importantes de toda la historia.