León solo debe mantener el nivel mostrado en el torneo para ser campeón
León contra Tigres nos presenta a una final del futbol mexicano en que se enfrentan cara a cara la conjunción contra la calidad individual, la experiencia nos dice que cuando se enfrentan estos dos rubros lo que pasa es que aunque suene cruel y poco alentador, es el talento lo que tarde o temprano se termina por imponer.
León logró lo que las Chivas de los 60s, el Cruz Azul de los 70s, el América de los 80s y el Toluca de principios de los 2000, pues hilvanar 12 victorias consecutivas es algo que por si mismo tendría que ser suficiente razón para colocar a la “Fiera” por encima de cualquier otro equipo, pero sabemos que los parámetros de la Liga MX no son los mismos que en las ligas de élite.
Cuando se analiza hombre por hombre la plantilla de cada uno de los conjuntos, en León no se encuentran cuantitativamente elementos que puedan competir ante el talento de Carlos Salcedo, Hugo Ayala, Javier Aquino, Guido Pizarro, Jesús Dueñas, André-Pierre Gignac, Enner Valencia, Julián Quiñones, Eduardo Vargas y Luis Quiñones.
Luis Montes y Ángel Mena son jugadores que dieron el mejor torneo de sus carreras, pero con las bajas de José Juan Macías y Rubens Sambueza, quien a pesar de no estar presente en la gran racha de León, el argentino sí es un revulsivo y uno de los más talentosos del plantel.
Joel Campbell, con una cuota de solo dos goles desde su llegada a León, con él no hay comparación en el poder ofensivo. Tigres hará que la temporada del León quede solo en el anecdotario.