- La Fórmula 1 ha visto ha visto rivalidades intensas en casi 1000 carreras.
El Gran Premio de China de la Fórmula 1, en su temporada del 2019 cumplirá 1000 Grandes Premios disputados. A lo largo de los 999 que ya se han corrido se han visto rivalidades intensas que llegaron a superar barreras fuera de la pista. Historias incluso de odio y que obligaron a algunos a cambiar de equipo. Rivalidades tan fuertes que marcaron época en sus respectivos momentos.
Nigel Mansell y Nelson Piquet
Nelson Piquet ya era un dos veces campeón consagrado cuando llegó a Williams en 1986. Su coequipero era NIgel Mansell, uno de los veteranos que ya se asentaban como figuras en la máxima categoría del automovilismo, aunque nunca había sido campeón. Ambos buscaban, además del título, ser el piloto 1 de la escudería. Piquet incluso lo insultó en TV, mientras que Mansell corría de forma imprudente en las prácticas.
Esta pelea fue tan divisoria para el equipo que perdieron el campeonato del 86 a manos de Alain Prost. En 1987 Piquet aprovechó la baja por lesión del inglés (cervicales) además de errores puntuales de su rival para llevarse el campeonato. Ese año, el brasileño dejó a Williams para irse a Lotus.
Michael Schumacher y Fernando Alonso
Michael Schumacher fue tan dominante que durante 5 campañas nadie pudo arrebatarle el título. Solo un gran talento Mika Hakkinen logró hacerle algo de sombra y competirle pero no vencerlo por un campeonato. Luego llegó Fernando Alonso en 2005 con un Renault renovado y lo único que “Schumi” pudo ver fue la parte trasera del monoplaza del español. A media temporada el alemán reconoció que no tenía como alcanzarlo.
En 2006 la pelea fue más disputada, todo se decidió en Brasil, la última carrera. Schumacher llegó a estar en 19° lugar y terminó 4°. Alonso acabó 2° y quedó campeón por segundo año consecutivo. Eso marcó el fin de la era Schumacher en la Fórmula 1. A diferencia de otras rivalidades esta no tuvo “mala sangre” de por medio. Ambos siempre se respetaron mucho e incluso tuvieron amistad fuera de las pistas.
Lewis Hamilton y Nico Rosberg
Una vez más dos pilotos de la misma escudería luchaban por ser el uno. En tres temporadas como coequiperos, la lucha fue incesante. Esto provocó un efecto para Mercedes, que casi siempre los tuvo en primer y segundo lugar. Las primeras dos campañas fueron iguales, Hamilton superando a Rosberg, que llegó a acusar a la escudería de querer que ganará el inglés siempre.
Para la tercera temporada (2016), Rosberg arriesgó más y vio recompensado su esfuerzo al salir campeón. Al terminar, anunció su retiro. El tema fue que llegaron a chocar entre ellos en carrera y la amistad que alguna vez tuvieron se diluyó por la rivalidad que generaron.
Niki Lauda y James Hunt
Hablar de una leyenda del automovilismo es hablar de Niki Lauda. Un piloto disciplinado y estudioso de sus coches. Del otro lado, el que le compitió todo sin importar las consecuencias, James Hunt. Lauda tuvo pocos rivales que realmente les compitieran a su nivel. En 1976, el ego de Hunt y la pasión de Lauda por ganar pudo haber terminado con la vida de ambos. El austriaco tuvo un terrible accidente a media temporada, por arriesgar de más en malas condiciones climáticas, en el que quedó con la cara quemada.
Regresó y acortó distancias con el inglés por el título. Fue en la carrera de Fuji, con condiciones similares a la de Nurburgring (la del accidente) y Niki decidió retirase asegurando que no valía la pena volver a arriesgar su vida. Era tal el respeto y lo que sabía que Lauda generaba en él, que Hunt le dedicó el título a su más grande rival. El mismo piloto dijo después: “Si creo que merecía ganar el campeonato. Pero también creo que Niki merecía ganarlo. Deseo poder haber compartido con el esto”.
Ayrton Senna y Alain Prost
La rivalidad más grande de la historia de la Fórmula 1 y una de las más intensas del deporte. Ayrton Senna se volvía la sensación de la máxima categoría y Alain Prost ya era una súper estrella. En 1988 ambos se volvieron coequiperos en McLaren. La necesidad de ganar de ambos y las personalidades tan intensas de ambos provocaron constantes roces en el equipo. El incidente más recordado fue en Suzuka en 1989, si ambos abandonaban, el francés sería campeón. Prost provocó un choque en la primera curva y logró su cometido.
Al año siguiente, el escenario era el mismo pero con Senna con la oportunidad de salir con el título al diferencia de Alain, el brasileño no tuvo problema en hacer cínico el choque. La rivalidad duró hasta que Prost se retiró en 1993. En 1994 Senna perdió la vida en Imola. El francés lo reconoció como su rival y admitió que sacó lo mejor de el como piloto.