Carlos Vela: ¿Ángel o demonio?


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  • Vela, originario de Cancún, debutó en primera división con el Osasuna en la Liga española en 2007, aunque su carta pertenecía al Arsenal de la Premier League.

El campeón mundial de 2005 Carlos Vela, cumple 30 años de edad y 12 de carrera futbolista, siendo un histórico con la Selección mexicana pese a nunca haber jugado de manera profesional en tierras aztecas.

Al ser un jugador diferente, dotado de técnica individual, poseedor de una gran visión; Carlos Vela me resulta bastante peculiar. Me explota la cabeza solo de pensar que un jugador con un gran repertorio de cualidades, no es amante del futbol, sino fan del basquetbol.

Cientos de veces me pregunto, “¿si así juega al futbol, cómo jugaría si en verdad le gustara?”. Imaginemos a un Carlos Vela apasionado, gustoso de pisar un terreno de juego, al borde de las lagrimas al marcar un gol determinante o satisfecha tras generar una jugada decisiva, sin duda seriamos testigos de tener a uno de los grandes jugadores de Europa en nuestro combinado azteca.

¿Culpable o no?

Vela ha sido criticado en múltiples ocasiones a lo largo de su carrera, por no haber trascendido en el futbol europeo, por romper las altas expectativas cuando lo fichó el Arsenal, por tener ofertas de grandes equipos y darse el lujo de rechazarlas, pero sobre todo, por haberle dicho que ‘no’ a la Selección mexicana y por ende no trascender con la mayor. La cereza en el pastel, llegó el 7 de agosto de 2017, cuando la ‘hiena’ tomó la decisión de dejar LaLiga para jugar en la MLS.

Para muchos analistas, la decisión fue incorrecta, pues Carlos aún tenía mucho futbol que dar e incluso dar un paso mayor en su carrera, y sí estoy de acuerdo y concuerdo; sin embargo me gusta ese jugador genuino, que me hace recordar mi adolescencia, cuando quise tomar mis propias decisiones y había gente que quiso decidir por mí.

El fanático de los Lakers, es libre como cualquier otro futbolista, de jugar en el país que más le convenga, volver a la escancia real del futbol ‘simplemente divertirse’ y ¿por qué no? reírse tras una falla como si se tratase de una ‘cascarita’ en el barrio ¿por qué Vela tendría que quedarse en Europa? bien por él, que eligió por su persona y no por los intereses de altos directivos.


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